lunes, 24 de enero de 2011

Y SI VAS A LA MANCHA NO TE ALBOROTES

“Y así, sin dar parte a persona alguna de sus intenciones y sin que nadie les viese, una mañana, antes del día, que era uno de los más fríos del mes de Enero, puesto el traje del “tole tole”, subieron al coche de Pedro, salieron al campo con grandísimo contento y alborozo de ver con cuanta facilidad habían dado principio a su buen deseo”

Por estar situado Campo de Criptana en la mismísima Mancha me he permitido la licencia de empezar la crónica plagiando a un tal Cervantes, no sé si os suena.



Dicho lo cual, entramos en matera. El viaje hasta Campo de Criptana tuvo un protagonista: la niebla, de hecho, cuando teníamos que tomar el desvío en dirección a Alcázar de San Juan ( en adelante Alfonsóplolis) a penas si se veía el cartel indicador. Tampoco hubiera supuesto un problema el habérnoslo pasado, pues el tole tole siempre tiene plan B: nos habríamos presentado en Sevilla, donde se corría otro cross, el de Itálica. Por cierto, continuando con el carácter didáctico que tienen las crónicas de nuestro compañero Juan Pablo (recientemente considerado persona “non grata” por el CD Menbrilla), aclaro que el cross de Itálica no se corre en Italia, sino en Sevilla, como ya he dicho.

Bien….llegamos a Alfonsópolis y de allí a Campo de Criptana. Para entonces la niebla había levantado, lucía un sol espléndido y no se movía el viento, vamos…unas condiciones inmejorables “pa correl”. Nos dirigimos al circuito, situado en un alto plagado de molinos y fue aquí donde surgió la primera gran pregunta: ¿para qué sirve el palo situado en la parte trasera de los molinos? Cada uno dio su parecer, pero si alguien tiene algo que aportar sobre esta interesante cuestión, muy relacionada con el atletismo en general, puede dejar su opinión en el “blos” del club.Tras coger los dorsales comenzamos a calentar. La cosa pintaba “regular bajo “, pues se veía bastante nivel. Juan Pablo y el que suscribe analizamos a los rivales con la intención de encontrar a alguien al que, aparentemente, pudiéramos ganar y cumplir así nuestros objetivos en el cross: ser penúltimo y antepenúltimo. Nos dimos cuenta, a primera vista, que algún miembro del CD Membrilla podría ser un “globero” de nuestro nivel, dicho sea con el mayor afecto y respeto hacia los miembros de este club.

La primera que corrió fue la “Seño”, demostrando un gran poderío desde la salida hasta la meta, lo que le permitió ser segunda en su categoría, detrás de una “astraleja” que no pesaba más de 23 kilos. Menos mal que viene con nosotros y deja el pabellón alto…

Después llegó la carrera de los veteranos, ya conocidos por viejunos. Al igual que en la carrera de las chicas nos juntaron con los juveniles, digo yo que sería por compensar.



Arrancó la carrera, a Pedro le perdí inmediatamente de vista, yo me quedé con Jose (torito) y Juan Pablo algo más rezagado. Las sensaciones de la carrera las de todos los “croses”, pulsaciones a 3.200, fatiga, el corazón que se te sube a las orejas ..etc.Según avanzaba la carrera a Jose se le intensificó el dolor en los “isquiotibiosos”, que tenía desde el principio (me refiero al dolor no a los isquiotibiosos, aunque también los tenía desde el principio). A pesar de eso, como el toro, o mejor dicho torito, se creció con el castillo y siguió tirando de mí hasta la meta. Detrás de nosotros, Juan Pablo mantenía su guerra particular con un corredor del CD Membrilla. Durante la carrera le fue estudiando a una distancia de 50 metros y llegando a línea de meta dio un acelerón y lo pasó. Imagino que al “membrillo” le debió sentar genial, lo que no entiendo es por qué tenía los ojos inyectados en sangre. Juan Pablo le pidió disculpas y el “membrillo”, mientras las aceptaba, parecía pensar: “pedaso de cabr***, ya nos vemos en la próxima”…

En fin… son las cosas del cross y de los profesionales del “correl”, aquí no hay consideración hacia nadie.

Como en estas carreras todo va muy rápido, la entrega de premios se hizo en un santiamén. La “Seño” recogió su trofeo y nos volvimos a Toledo.

Lo mejor del día, sin duda, fue el circuito. Para los que no lo conozcáis os diré que es la leche, me pareció el mejor cross de la temporada. Está situado en un alto, vas viendo los molinos, la llanura manchega y divisas prácticamente todo el recorrido. De todas maneras el día acompañó, de haber soplado el viento, cosa no extraña en un alto lleno de molinos, es probable que mi percepción hubiera sido otra.

Otro momento estelar fue el viaje de regreso, echamos unas risas, se contaron chistes y, según pasábamos carteles de diferentes pueblos, el torito nos contó algunas de sus faenas en las diferentes plazas en las que ha toreado. Estuvo glorioso.

Un saludo a todo y hasta la próxima.

Nacho, alias "el náufrago".

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